CONSUMO COMO HERRAMIENTA DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL
Evolución del consumo como herramienta de transformación social
El contexto socioeconómico en el que vivimos, tras un periodo de abundancia económica y acceso a créditos por parte de bancos y posteriormente con una crisis social y económica sin precedentes en una generación, nos obliga a replantearnos el concepto de consumo, tanto en lo que corresponde a empresas como a personas consumidoras y el proceso de compra de bie- nes y servicios por parte de los ciudadanos.
Los tiempos previos a la crisis nos acostumbraron al consumo de bienes y servicios que, en muchos casos, no necesitábamos. Por su parte, las empresas no reparaban en producir utilizando estrategias poco sostenibles y nada justas socialmente, porque el grado de valoración era menor y no importaba en el proceso de compra.
Hoy, podemos decir que este patrón de producción y de consumo ha cambiado, en parte por las consecuencias sociales, económicas, medioambientales y políticas de los excesos, y por otro por una creciente exigencia por parte de la ciudadanía de unas normas diferentes de relación entre empresa-consumidores.
Vivimos en un modelo de desarrollo basado en un formato económico de máxima producción y explotación ilimitada de recursos a causa del alto nivel de consumo, lo que ha provocado un panorama económico y ambiental vulnerable que se ha ido agrandando a medida que los países iban globalizándose. Frente a esto, el model actual de desarrollo se basa, cada vez más, en la desigualdad entre países, por lo que se agrava la situación de pobreza en los países más subdesarrollados.
Un cambio social en nuestros hábitos de consumo
El principio fundamental es que todos somos corresponsables con nuestra compra de los impactos sociales y ambientales de esa misma producción. Responsables, por una parte, con el medio ambiente, soporte de la vida en la Tierra, teniendo en cuenta que debemos priorizar productos con menores impactos ambientales y reducir el consumo de los limitados recursos naturales de que disponemos.
Cuando añadimos el calificativo de responsable a nuestro consumo estamos significando la importancia que tiene el consumidor para elegir entre las diversas opciones que le ofrece el mercado de bienes y servicios, teniendo en cuenta los productos que valoran la justicia social, la ética y la solidaridad, y la protección del medio ambiente. Además, la ciudadanía ha aprendido que puede convertir su capacidad de compra en un importante instrumento de presión social, económica y política. El consumidor y la consumidora tiene a su alcance la posibilidad de premiar a las empresas que cumplen con determinadas garantías sociales, laborales y medio ambientales.
Algunos de los parámetros que hoy la ciudadanía tiene en cuenta para construir su consumo responsable es considerar el impacto ambiental desde el punto de vista del ciclo de vida del producto a comprar, valorando los procesos de producción, transporte, distribución, consumo y residuos que deja el producto, determinar la huella ecológica que determinado estilo de vida y consumismo producen, determinar qué empresas, productos y servicios, respetan el medio ambiente y los derechos humanos para preferirlos frente a otros que no cumplan con los citados requisitos, plantear el tipo de comercio que se desea favorecer y asegurar la calidad de lo comprado.
Comercio justo
Dentro de un consumo responsable debe abordarse las aportaciones a la acción y transformación social que se realiza en el comercio justo, como sistema comercial solidario y alternativo al convencional que persigue el desarrollo de los pueblos y la lucha contra la pobreza. Este comercio se basa en condiciones laborales y salarios adecuados para los productores, que les permitan vivir con dignidad, la no explotación laboral infantil, la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral y retributivo, así como el respeto al medioambiente. Por todo ello, el comercio justo es considerado como una herramienta de cooperación.
El comercio justo es un tipo de comercio en el cual surge una nueva relación libre, directa y honesta entre productores, personas consumidoras responsables e intermediarios dispuestos a reducir sus márgenes para que quede un mayor beneficio al productor. Para hacer más corto el trayecto, se reduce la larga cadena de intermediarios que encarecen el producto e impiden la transparencia de la información sobre el origen y la forma de producción.
En línea con las nuevas formas de consumo, las empresas cuentan con un arma en la gestión y como elemento de diferenciación que es la responsabilidad social corporativa, gestionando los impactos que su actividad genera sobre sus clientes, empleados, accionistas, medioambiente y sobre la sociedad en general.
Responsabilidad social corporativa
Todo el contexto expuesto anteriormente (pre crisis y post crisis) ha favorecido el auge del debate sobre la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), como herramienta que sirva para aminorar el impacto negativo de las empresas sobre los derechos sociales, laborales, el medioambiente y en definitiva, sobre los Derechos Humanos.
Sin duda, para que la Responsabilidad Social Corporativa sea asumida e implementada por las empresas, incentivada por los gobiernos y demandada por la sociedad, es preciso ejercer una labor de concienciación sobre la importancia de construir un mundo más justo. Cada vez más empresas desarrollan políticas de responsabilidad social, con un componente ético, mediante las cuales se potencian acciones sociales, estatutarias o medioambientales, más allá de lo que pueda suponer una cuenta anual de resultados.
Lo más importante de este cambio social es que cada persona, en su ámbito, en su lugar de trabajo, en su círculo de amigos y familia, puede poner en práctica una visión diferente de cómo consumir, qué consumir y por qué. Este paso en muchas ocasiones no se consigue por falta de información o desconocimiento. Se trata de poner fácil la toma de decisiones, que podamos actuar con toda la información sobre la que proceder. Sabe qué puedes hacer tú y qué consecuencias tiene esa acción. Consejos que te ayudarán a cambiar nuestros hábitos y conllevar una salida de la crisis de manera responsable, solidaria y justa.